viernes, 28 de marzo de 2014

El Capitán Trueno


El otro día mientras hablaba con mi madre, esta me comento que de pequeña leía cómics y el que mas le gustaba era el Capitán Trueno, un comic que yo conocía pero que nunca había profundizado en el, con un dibujo que siempre me a gustado, su ambientación en la Edad Media sobre el siglo XII, en tiempos de la Tercera Cruzada, con personajes históricos de por medio y unos acompañantes como Goliath y Crispin, en busca de aventuras para defender la justicia; Hasta aquí lo que sabia y lo poquito que leí en general sobre el comic del Capitán Trueno. Así que me puse a bucear por Internet y a descubrir mas de un comic que siempre me ha llamado la atención, pero que nunca le di la prioridad de disfrutarlo o leerlo con calma y gracias a mi madre se me activo el gusanillo de información y me puse a ello.
El Capitán Trueno es un comic de aventuras en formato cuadernillo muy característica de la España de los años cincuenta, creada en 1956 por el guionista Víctor Mora Pujadas y el dibujante Miguel Ambrosio Zaragoza (Ambrós), que con Mortadelo y Filemón son los más exitosos de la historia del cómic en España. El Capitán Trueno fue un éxito fulminante que llegó a vender más de 350.000 ejemplares semanales en sus mejores épocas. Con el éxito del Capitán Trueno se crearon imitaciones como Torg, hijo de león (1960) y el mismo Víctor Mora ideó otras series con personajes parecidos: El Jabato (1958), ambientada en el Imperio romano y con un guerrero íbero como protagonista; El Cosaco Verde (1960), ambientada en Rusia, y finalmente El Corsario de Hierro (1970) donde el protagonista es un navegante español del siglo XVII, época subsiguiente a la de los grandes descubrimientos geográficos. Su influencia también es perceptible en cómics muy posteriores, como Maese Espada (1982) de Adolfo Usero.


El protagonista es el Capitán Trueno, un caballero español de la Edad Media, respetuoso, cauto y valiente, muy metido en el arquetipo de Héroe en todas sus facetas tanto buenas como malas, Acompañado como he comentado por sus amigos Goliath, un personaje muy querido, leñador, con gran fuerza física, simpático como sacrificado y con unas aficiones a comer y a una buena bronca para darse a conocer como “El Cascanueces” y Crispín el mas joven, tímido con las chicas, convirtiéndose en el escudero de Trueno en el tiempo e intentar su sueño de ser nombrado caballero, un personaje con el que mas se identificaban los jóvenes lectores, por ultimo a Sigrid novia de Trueno, de belleza Nórdica, es la Reina de la Isla de Thule, sin llegar a ser la damisela en apuros, la mayoría de las veces acompaña al trío protagonista, convirtiéndose este en un cuarteto y en alguna ocasión salvando la vida de los héroes (algo muy sorprendente en la época en que se publico por primera vez El Capitán Trueno). Se dedican a recorrer el mundo en busca de unas aventuras que le permitan plasmar su condición de defensor de la justicia y liberador de los oprimidos de una manera más universal que el resto de publicaciones de la época.


Las referencias que aproximan el relato del Capitan Trueno hacia un mayor éxito son las historietas como “El guerrero del Antifaz” del español Manuel Gago García (Gago) o la obra de Iranzo “El Cachorro” como las estadounidenses, más en concreto las de Milton Caniff (Terry y los piratas) y Hal Foster (Príncipe Valiente) obras que el autor conoce y admira.
Trueno nos arrastra a una vida de aventuras. Bravo, incansable, jovial, pero también monolítico, Trueno arrasa por donde pasa, pero nada le toca a él. Si acaso, la bella Sigrid, y dentro de los férreos límites de la censura para las publicaciones infantiles. 
Donde los guiones del Capitán Trueno huyen de dar una visión fija o estereotipada de las demás razas y culturas. De este modo, encontramos tanto a enemigos como amigos entre los diferentes colectivos humanos en los que aparecen personajes honrados y valientes junto a tipejos malignos o sin escrúpulos. Unos guiones que promueven la defensa de la Ciencia y de los avances técnicos, el globo aerostatito que permite poder disfrutar de diferentes localizaciones en las aventuras es un claro ejemplo. Por otra parte, la aparente "magia" que se inserta en las aventuras nunca es tal, sino que tiene una explicación racional, (reacciones químicas, ingeniosos trucos o artimañas) si bien, en las últimas aventuras más recientes, sí aparece la magia como tal.
Con un inteligente empleo del humor y de las situaciones cómicas se apartó de los procedimientos formales de la historieta española de los años 50 y 60, y ver sonreír y reír a carcajadas al héroe era inusual.


Hasta 1968 su historia se prolongaría por 618 cuadernillos apaisados y multitud de apariciones extraordinarias en revistas como Pulgarcito.
En los setenta es carne de reediciones (remontadas y a color) y el nuevo material se espacia. Aunque su popularidad persiste, fracasan los intentos de convertirlo en reclamo de nuevas generaciones. Son otros tiempos. La llegada de la democracia hace que nos sintamos europeos. Los kioscos se inundan de revistas y el nuevo cómic relega a los viejos ídolos.
En 1987 Forum, la división de cómics de Planeta DeAgostini, decide que ya es hora de que vuelva. Su creador gráfico, Ambrós, entonces por los setenta años, tal vez no estaba para esos trotes (si bien se cuenta con él para portadas, posters y entrevistas), pero su creador literario y alma espiritual, Víctor Mora, seguía en plena forma, con varios proyectos (Las crónicas del Sin Nombre, Felina) donde asimilaba los nuevos aires de libertad. Luis Bermejo, ilustrador de molde clásico, le secundaria en los lápices con la titánica tarea de devolvernos el rostro conocido y, a la vez, modernizado del Capitán Trueno y su pandilla.


Estas nuevas aventuras dejaban un sinsabor y tristeza a los lectores. Mora se esforzaría en recuperar el sabor de los viejos cuadernos. Pero Trueno, aun siendo el mismo, no sería el mismo a los ojos del lector. La actualización le resta parte de la gracia alocada de sus primeros años, esa aventura por la aventura que era la manera de enganchar.
El Capitán Trueno, en el que figuran además de Victor Mora y Ambrós otros guionistas, y más de veinte dibujantes, una obra recomendada y que animo a la gente a que lea aunque sean unas aventurillas en compañía de Trueno, Goliath, Crispín y Sigrid.

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